Tu que has gritado tus llantos al mundo
te eliges juez para juzgarme tú que presumes de tus miserias te crees el Dios de lo justo. Tú que rectificas cuando quieres no perdonas la falta Tú que te mueres en el fango del silencio desprecias el más leve sonido. Eres un ave gris oscuro que intentó cegarme
un rebaño de obejas esquiladas un cielo sin día. No te cuento mis penas para que llores, no te cuento mis penas para que mires, no te cuento mis penas para que hables. Me fui como llegué sin nada con la misma mochila que ahora cargo no me aportas rencor,ni ganas de encontrarte de nuevo. Es la misma ilusión la que me hace
seguir en el camino de lo bueno descubrir a alguien que me quiera tanto como yo quiero Y será suficiente con la mitad de tus besos y será suficiente con la mitad de algún sueño |